Con mi colitis ulcerosa y aunque las opiniones médicas no jugaban en mi favor (los especialistas "auguraban" una extirpación del colon sin más dilación, sin plantear otras alternativas que no fueran tan agresivas), yo me iba haciendo más fuerte.

Ante una situación como la mía solo caben dos opciones: o deprimirte o luchar. Yo escogí la segunda.

¿Contra quién? Contra tus propios miedos, contra tus propios prejuicios, que no dejan de ser los de la sociedad en la que hemos crecido. Luchar contra la «belleza estereotipada» y la «normalidad» como eje. ¿Quién dice que tener una enfermedad NO es normal? ¿Quién dice que tener cicatrices NO es normal? ¿Quién define lo bello y lo no bello?

ser feliz con bolsa, colitis ulcerosa

En este camino de aprendizaje y superación personal he conocido a gente maravillosa. Personas que me han dado tanto, que han sumado de tal forma a mi vida, que a pesar de la situación en la que las he conocido, doy las gracias por haberlas puesto frente a mí. Y una de esas personas es Sara.

Sara merece un capítulo aparte, pero cabe destacar que fue la maestra que me enseñó a buscar fuerzas y a volver a sacar la sonrisa. Ella me conectó con personas maravillosas (Yolanda, José María, Carmen, Reme…) y me hizo ver qua debía encontrarme a mi misma y, si era necesario, alejarme de aquellas personas que ya no aportarán nada positivo a mi vida, empezando así un cambio de vida donde el siguiente paso fue una nueva dieta.

Cambios de hábitos: alimentación, terapias alternativas y deporte

Bajo mi punto de vista y la de mi intestino y cuerpo, fue lo mejor que pude hacer, porque aunque según los médicos:

“La comida no afecta a las enfermedades digestivas”

Yo os aseguro que no es posible afrontar una enfermedad como la colitis ulcerosa sin prestar especial atención a la alimentación.

Me sigue pareciendo increíble este vacío que hay en la sanidad… los nutrientes los absorbe el intestino pero la comida, ¿no afecta? Interesante…
Además de modificar mi forma de comer, a base de muchos cambios de hábitos y esfuerzos, también conocí las terapias alternativas y fue entonces cuando se produjo una mejoría tremenda.

La mente tiene un gran poder sobre nosotros y es indiscutible que tiene que estar sana para poder estarlo también físicamente. No es cuestión de ser o no extremista, sino de ser realista: combinando todas las posibilidades que tengamos al alcance se puede cumplir el mismo objetivo: sanar.

Cuando tienes una bolsa y tu sistema digestivo se ve alterado, tus hábitos también, y llega a darte miedo todo lo que a priori no tengas controlado. Todo es un esfuerzo extra (comenzar a practicar actividades que entrañen esfuerzo físico, alejarnos de nuestra zona de confort, viajar, salir con gente que no nos conozca, etc.) por lo que los pequeños pasitos que demos en nuestro camino de superación, supondrán grandes logros para nosotros mismos.

Por tanto, comprenderéis que cuando empecé a hacer yoga aun teniendo la bolsa, fue toda una satisfacción para mí. Y comprendí que podía hacer todo lo que me propusiera, la importancia estaba en las ganas y en la actitud con la que afrontara los retos.

colitis-tamano-mediano

Empecé a seguir consejos de nutrición, acupuntura, flores de bach, reiki, yoga… y encontré paz. Cierto que no desapareció mi enfermedad pero tenía paz, podía vivir sin miedo y enfrentarme a mi vida. Aprendí a coger el toro por los cuernos y a tomar decisiones segura de lo que hacía.

A pesar de tener una bolsa, hice todo lo que me propuse. No hay barreras ni limitaciones. Es cuestión de ganas, de actitud.

Además, si tenemos en cuenta que los tratamientos de la medicina convencional para este tipo de enfermedades consisten en bajarte el nivel de defensas para que estas no ataquen a tu intestino… sacar fuerzas es un esfuerzo extra. Aún así, se cruza en mi camino un concepto para mí desconocido para la desconexión, la motivación y la generación de energía: el deporte.

«Mujer de veintipocos más floja que un pollete», esa podría haber sido mi definición, pero GRACIAS a que la motivación que genera la práctica del deporte, los valores de esfuerzo y superación que transmite y la lucha por los sueños nos une, comencé a practicar pole dance y crossfit. De esta manera, empecé a formar parte de Feel Crossfit, que se convirtió en mi templo de calma diario.

Rocío Piñero - crossfit con una bolsa

levantamiento de pesas y crossfit con bolsa - Rocío Piñero

flexiones y crossfit con bolsa - Rocío Piñero

pole dance con bolsa, Rocío Piñero

Sí, incluso crossfit y pole dance se pueden hacer con una bolsa.

Gracias a la mejoría que se apreció en los meses posteriores a raíz de este cambio de hábitos y de vida, recibo la siguiente noticia:

La Unidad de Coloproctología del Hospital NISA de Sevilla SÍ me plantea como válida la opción de reconstruir y quitar la bolsa sin necesidad de eliminar el colon.

Después de tanto empeño, tantas segundas, terceras y cuartas opiniones que me quitaban la esperanza de encontrar la alternativa menos dañina para mi cuerpo, encontrar esto fue una satisfacción. Una batallada ganada. Un puño en la mesa: ¡había otras opciones!

Por cuestiones económicas ya que yo no dispongo de seguro privado, se tuvo que aplazar para después de verano la operación de cara a poder conseguir la financiación necesaria… por algo sería. Soy una persona que no cree en las casualidades, todo pasa en el momento que tiene que ocurrir y por un motivo.

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