Como he contado en la página principal, me diagnosticaron colitis ulcerosa cuando tenía 19 años, en el 2009.

Hasta 2012 todo marcha, creo que a pesar de un pequeño tratamiento diario no era consciente de la enfermedad que tenía ni en lo que podía llegar a convertirse. Pero tranquilos, ¡todo llega! En 2012 tengo mi primer brote LEVEMi madre acababa de pasar un cáncer de mama. Los nervios, el estrés y la tensión acumulada se pueden manifestar en forma de brotes, una vez pasa la tormenta.

Y fue justo lo que a mí me ocurrió.

El estrés afecta muchísimo a esta enfermedad, aprended a relajaros y a canalizarlo, porque aunque nadie pueda prometer que en esta sociedad en la que vivimos el estrés desaparezca, creedme cuando os aseguro que, si se aprende y se quiere, se puede controlar para que no nos afecte negativamente.

No os voy a decir que fuera fácil, que no estaba triste, que no me superaba la situación, porque os mentiría. Pero una vez una mujer a la que adoro me regaló esta sabia frase, con la que saqué fuerzas de donde no las tenía en más de una ocasión:

“Todos tenemos derecho al pataleo, pero que esa rabia se convierta en las ganas para seguir viviendo.”Rocío ingresada - colitis ulcerosa

Los síntomas… los comunes: diarrea, sangrado y dolores de barriga, ¡hasta entonces no descubrí que los dolores de regla no son nada…! Un dolor tan intenso que no deseas más que cerrar los ojos y despertar cuando haya acabado. Y lo que me quedaba…

A finales de este mismo año, se descubre que la zona de afectación de mi enfermedad ha aumentado y que el tratamiento que tenía no estaba haciendo efecto, el primero (ya entenderéis por qué digo eso del primero).

Me ingresan por primera vez, y para estrenarme como Dios manda, me tiro en el hospital 3 meses. ¡¡3 meses!!

Mi primer brote en el hospital: 3 meses ingresada, ¿por qué tanto tiempo?

Mi cuerpo no respondía a los tratamientos que me ponían, ni corticoides, ni mesalazina, ni inmurel, ni ciclosporina… en fin, que no servían.

Es por este motivo por lo que a finales de diciembre, durante mi ingreso, sufro una perforación del intestino y soy intervenida de urgencias el día 4 de enero. Llegó mi regalo de Reyes.

Me comentan la posibilidad, justo antes de la operación, de que «quizás tengan que cortar gran parte de intestino grueso» y me plantean la posibilidad de una colostomía, una bolsa.

Os podéis, o no, imaginar lo que supone eso para una persona joven… con 22 años, el mundo se me viene encima y, seamos sinceros, por ese entonces más que nuestra propia salud nos importa nuestro físico y eso era algo que me impedía ser «normal«.

Y yo me pregunto, ¿quién me explicó qué era ser normal o no serlo? ¿Quién dijo que la «normalidad» excluyera la imperfección?

 

img-20161017-wa0018-1

Pero no, el destino en ese momento no lo quiso así. Me libré de la bolsa en la primera intervención, me quitaron 60 cm de intestino grueso. Tras la operación, sufrí unos dolores horribles que los médicos achacaron a «unos simples gases«. No iba a mejor, el dolor se volvió insoportable y a los 6 días me tuvieron que volver a intervenir de urgencias. Tenía perforado el intestino.

El 10 de Enero me cortan 10 cm más y, esta vez sí, despierto con mi colostomía.

Después de haber perdido tantos kilos y de haber estado durante tanto tiempo en el hospital, sumado todo esto a que mi madre aún no estaba recuperada (estaba con su proceso de radioterapia), mi vida no fue fácil, más bien estaba hundida, no quería salir sola de casa y todo lo que no pudiera controlar me daba miedo.

miedo a la colostomia

Nadie sabía nada, de hecho supongo que mucha gente que me conoce al leer esto se estará enterando hoy de que me he llevado 3 años de mi vida con una bolsa.

¿Quieres saber qué hice? Sigue leyendo aquí.

If you’ve been thinking «I require help with writing my book!» There’s no one else like you. Most writers are ashamed by their debut manuscripts, but this is exactly the point when it’s best to get help. Even the best https://www.baltictimes.com/the_best_college_paper_writing_services/ writers have to publish their work there before they see any actual outcomes. You can fail, because it can provide us with valuable information. It will be possible to apply that lesson as a learning tool in our writing.

One method to increase the chances of getting top grade in college is to pay for an essay in college. Essay writing services will enable you to connect with a skilled writer and get the essay you need. It is possible to select a writer from a wide range of fields and select the one that best suits your needs and educational background. Writing services for essays can offer other services like plagiarism report, formatting according to different styles college writing services and the ability to provide customer support. Check out their assurance to find out whether any company that can write essays is worth the cost.

A good reputation is essential to provide the top paper writing services. Reputation, trustworthiness, good reviews from customers, and qualified writers are important. When you are do my essay cheap paying for an order you should consider a variety of things to take into consideration. Read on to find out which essay service to suit the needs of your. Below is a list of items to consider. We’ve compiled our top recommendations to assist you in choosing the most appropriate service for writing essays. This list should help you make an informed decision.